El negocio de la mensajería.

A los 13 años comencé a ayudar a mi tío Antonio en el reparto de cartas de una entidad bancaria en Alzira llamada Promobanc. Esas cartas, a cinco pesetas la unidad, financiaron un viaje de fin de curso de octavo de EGB, y mi primer radiocasete en el que grababa pacientemente los grandes éxitos de…